Reseña «La mala hierba», de Agustín Martínez
¿De qué va?
Una familia que está rompiéndose a pedazos (y eso que solo son tres, un matrimonio y una hija) deciden irse a vivir a una casa apartada del rincón más perdido del desierto de Almería a ver si así mejora un poco la cosa. Pero si Jacobo, el buen y un poquitín alcohólico padre de familia, no encontraba trabajo en la ciudad, en el pueblecito más cercano a su casa tampoco es que vayan a prosperar mucho.
La mujer de Jacobo está harta de él, pensando si separarse o no. La hija adolescente está de morros juveniles, pero con más razón que la mayoría, que aparte de tenerse que alejar de cualquier cosa querida y conocida, se han ido a un lugar con tan poca vida que solo falta que el Internet lo traiga un señor con un carro por las mañanas. Eso enerva a cualquiera.
El pueblo tampoco es de lo más acogedor. Rencillas, envidias, puñaladas trapera, y mucho polvo campestre. ¡Qué bonito es el pueblo! Algo malo tiene que pasar. Y pasa.
Un buen día unos hombres entran a su casa por la noche mientras su hija está en casa de unos amigos. A la mujer la matan y a él lo dejan hecho un cuadro. Cuando al cabo del tiempo el pobre desgraciado despierta, la policía le dice que tienen a su hija bajo custodia porque ha encontrado unos chats con los amigos diciendo que iba a matar a sus padres.
El resto del libro es un thriller interesante sobre si en realidad la niña estaba tan revenida como para contratar a un par de matones y probar cómo va eso de la orfandad, o los mensajes son solo unos chavales diciendo burradas a la cual más grande porque, ¿quién no se viene un poco arriba cuando se queja de sus padres? (hola papá, hola mamá, love you <3 )
Lo mejor
La historia mantiene la tensión, mete las redes sociales como algo orgánico y natural, y todos los personajes tienen sus claroscuros, lo que es de agradecer.
El personaje que lleva la investigación es una mujer con carácter, pero no es una superheroína perfecta, lo cual mola un motón.
Los personajes principales están muy bien trabajados, y son bastante reconocibles.
Está bastante bien escrita, con pocos errores y todo suena bien, nada chirría.
Lo menos mejor
Sobre todo el final se nota muy cinematográfico, no sé, la forma de narrarlo me parece mejor para una película que para un libro.
Me lié con algunos de los personajes secundarios, quizás porque te los presentan un poco «a puñao» cuando llegan al pueblo, y luego se van olvidando si no los trae a la palestra pronto.
Conclusión
En definitiva, un buen libro para echar un buen rato. No es demasiado largo, no se hace pesado, no tiene mucha paja. Tampoco te cambiará la vida, pero tampoco es necesario que lo haga.
Buen libro para leerlo en la playita con una cerveza.
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