Reseñas

Reseña Ojalá tu nunca, de Javier Miró

La portada ya te está diciendo que tranquilito, tranquilito, no va a ser

¡Hola humanos! Hoy descubriremos una novela que muchos no conoceréis, pero que está muy chula y que te hará pasar un rato trepidante.

Cuando llegué al Celsius 232 de 2021 ya me sonaba esta obra, porque poco antes empecé a seguir a Javier en su Youtube, donde da guías y consejos para escritores muy bien explicados, cortos y muy funcionales. De todos modos no me lo quise comprar porque ya tenía muchos libros en cola y no quería que se me amontonaran demasiados (ains criaturica).

Total, que como era más que esperable me compré el libro en el Festival, y ya de paso me lo llevé firmado. Me lo leí la semana siguiente en el camping, de tranquileo, echada en la tumbona y con una cervecita. Ains, ¡qué poco dura lo bueno! Y eso pasa también con este libro, que es bueno y dura poquito. ¿Quieres saber más de él? Pues vamos al lío.

De qué va

Ojalá tu nunca es una ucronía (un «¿qué habría sido si….?», en este caso «¿qué habría sido si los nazis hubieran ganado la guerra y estuvieran asentados en España»). En este caso el universo alternativo solo sirve de telón de fondo para la acción, donde lo importante es que sepas que hay rebeldes contra un estado totalitario. Empieza con un señor, del que no sabemos nada, reventado en el suelo tras lo que parece una paliza. Pobrecito mío. Tiene pinta de que ha intentado llevar a cabo algún plan y no ha salido como esperaba.

No se puede contar mucho más de la premisa porque, como puedes imaginar, el libro trata de contarte cómo ha llegado César (el pobrecito mío) a esa situación. El libro está narrado del final al principio, al estilo de Memento (si no la has visto, hazlo). Narrarlo así no es un mero capricho del autor: la frágil memoria de César es un elemento importante de la trama. Descubrir qué ha podido pasar para que el muchacho se meta en el berenjenal que le ha dejado moribundo es más interesante que ver cómo un amnésico se mete en según qué follones porque, para ser sinceros, si eres amnésico y te metes donde no te llaman, hijo mío, bien no vas a acabar. Así que empezamos por lo mal que acaba, que era esperable, y nos centramos en la chicha.

He visto Memento muchas veces, pero no la recuerdo.

Lo mejor

Es un libro trepidante. Engancha muy rápido, y ya te lo tienes que terminar. Yo no me imagino ese libro reposando una semana a medio capítulo y luego retomarlo. Es más bien de los libros que te lees de una sentada. Para eso ayuda mucho los capítulos cortitos. En principio no te vas a perder, porque está bien escrito para que avances sin problemas, pero si te pierdes puedes releer si quieres el capítulo anterior entero, que no te llevará mucho tiempo.

La historia es interesante, y te tiene todo el libro haciendo cábalas y teorías. A mi me encanta eso. También luchan contra nazis: luchar contra nazis siempre es interesante. Además, la trama es sencilla, en el sentido de que no tiene 500 subtramas, flecos, historias paralelas… Esto hace que la lectura sea ligera y que te centres en la trama principal, que es prácticamente la única trama que hay. Ojo, esto no quiere decir que la historia sea simple: conforme seguimos al bueno de César nos encontramos según que cosas que sabemos que detrás tiene una historia, lo que le da profundidad. Pero esa otra historia te la tendrás que inventar tú.

La novela es cortita, unas 150 páginas, lo que se agradece porque no te puedes pasar 300 páginas «corriendo». Está muy equilibrado en ese sentido.

Al menos la edición que yo tengo tiene unas láminas muy chulas.

Lo menos mejor

Aunque se agradecen palabras alemanas de vez en cuando porque el trasfondo es una dictadura nazi, hay palabras que a veces se me hacen pesadas o largas, y acababa por llamar a ciertas personas «el uterofice ese» en mi mente. Además, cuando habían varios rangos y personajes me liaba, pero es que yo me lío mucho con los rangos militares.

Esta crítica es total y absolutamente personal («como si el resto de la reseña la hicieras como portavoz de una comisión evaluativa, Loli»): Mal que bien. Creo que he leído esa expresión más veces en el libro que en toda mi vida. Y no es que se repita mucho en el libro, es que es una expresión tan poco habitual que no recordaba haberla oído nunca, y a poco que se repitiera me ha sacado de la lectura. Cada vez que veía la expresión, me ocurría justo el efecto contrario que con las palabras en alemán: le prestaba una atención desorbitada a la palabra en concreta.

Libro: «….mal que bien»
Loli: «Ohhh. Mal que bieeeen»
(no me hackees el cerebro, Javier)

La verdad es que la novela está muy bien trabajada y tiene pocas pegas. Los protagonistas son un poco sosainas, sobre todo el personaje femenino. Pero por otro lado estamos en postguerra, no está la cosa para ser muy expresivo.

La última peguilla es que el libro incluye una documentación adicional que, aunque cuqui, a mi no me ha aportado gran cosa. Se puede saltar, sin problemas.

Conclusiones

Ojalá tu nunca es una novela muy interesante, bastante cinematográfica, fácil de leer y entretenida. No digo con esto que no tenga pegas, pero si quieres algo entretenido, que te haga pasar un buen rato, es una buena opción. Es como una película de acción de mejor calidad que la típica palomitera pero no será lo que cambie la historia del cine, ni falta que hace.

El que sea sencilla de leer contándola de atrás hacia adelante tiene mucho mérito. Como digo, la longitud también ayuda para una lectura ligera. Yo me la leí en el camping de tranquileo, pero creo que es un buen libro para leerlo en el transporte público: aprovechas esa aceleración urbanita para centrarlo en algo mucho más agradable. En el camping también está bien, pero acabarás corriendo alrededor de los árboles.

Puedes conseguirla en Amazon.

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